Punto y seguido

Pues ya está. Se terminó nuestro particular Tour por Francia. Hicimos un recorrido de 4.200 kilómetros disfrutando de cada rincón. Carreteras, caminos, subidas, bajadas, playas, montañas o la gigantesca duna de Pilat. Iglesias, catedrales, monumentos, castillos, torres de Eiffel o de cualquier otro… Todo, absolutamente todo, lo hemos disfrutado con la calma que te permite viajar a tu aire, sin prisas y sin una fecha obligada para alcanzar la meta en Madrid.

Salimos de las cuatro torres del Paseo de la Castellana con dirección a San Sebastián por la N-1 y con la idea de recorrer el mayor número de pueblos y ciudades de Francia. Después de deshacer la maleta en casa, creo que hemos conseguido lo inicialmente previsto. Incluso cuando íbamos en una dirección previamente marcada, gracias a ir en nuestro coche y a nuestro ritmo, nos hemos permitido el lujo de cambiar el rumbo porque en lontananza aparecía una torre de iglesia que podía ser digna de ver más de cerca. Unas veces mereció la pena y en otras… bueno, dejémoslo ahí.

Tras despedirnos del Toro de Osborne y comernos unas morcillas en Milagros (Burgos) nos fuimos a San Sebastián y desde allí, siempre por carreteras nacionales -obviando las autopistas-, llegamos a San Juan de Luz. Las Landas, Arcachón, La Duna de Pilat, Burdeos, La Rochelle, Les Sables de Olonne y Saint-Nazaire por el Atlántico. La Bretaña, con Saint-Malo. Normandía con Le Mont Saint Michel y Omaha Beach por el mar del Norte. Bajar por los pueblos del desembarco hasta llegar a París, donde después de patearnos algo más de 25 kilómetros por sus calles nos fuimos al centro de Francia para disfrutar del Loira y los Chateaus de Orleans, Tours, Blois, Bourgues y buscar el Mediodía francés a través del viaducto de Millau para alcanzar Juvignac, Montpellier, Béziers, Narbona, Perpignan y nuestra penúltima y emocionante etapa en Collioure para hacerle nuestro muy particular homenaje a ‘nuestro’ poeta, Antonio Machado.

Antes de buscar otra vez las cuatro torres de Madrid en el horizonte final, nos relajamos en las playas de Cambrils para tomar sol, mar Mediterráneo, aire y energías para la última etapa de nuestra vuelta a Francia. Y, al igual que ahora, en esos últimos 500 kilómetros @Una­­_De_50 y yo fuimos repasando todo o casi todo lo que hemos vivimos y disfrutado en estas etapas turísticas con lamaletadecano.com a rastras.

Os recomiendo que lo hagáis, por Francia o por donde os apetezca, porque si queréis, podéis. Hacedlo. Hacía mucho tiempo que Toni y yo no pasábamos tantas horas juntos y nos hemos compenetrado perfectamente. De ella es el mérito, sin duda alguna. Fue una idea interesante que se hizo realidad y de la que han salido otros viajes turísticos en el futuros si el cuerpo aguanta. Repetiremos por otros países o por España, que también nos daría para un ‘Tour’ bellísimo.

Queremos daros las gracias a [email protected] los que os habéis acercado hasta este blog para interesaros por nuestro viaje. Gracias también a INFINITI (@infiniti_es) por dejarnos disfrutar del Q-30 que nos ha llevado y no nos ha dado nada más que alegrías por la ‘route’. A Discarlux (@discarlux @discarluxonline), Vino Arzuaga (@BodegasArzuaga), Sportyou.es (@SportYou), El Chiringuito de Jugones (@elchiringuitotv), CMGolf (@CMgolf_spain) y a El Mesón Fogón de Trifon (@ElFogondTrifon) por aceptar nuestra invitación a publicitarles en este blog y arriesgarse a apoyarnos sin coste alguno a este matrimonio que ha celebrado sus 37 años de casados encerrados en un coche por Francia durante 4.200 kilómetros. Gracias.

Por cierto, lamaletadecano.com no se despide con este viaje. Desde ahora en adelante y espero que durante muchos años más, estaremos contando aventuras viajeras nuestras o de nuestros amigos que así lo deseen y quieran contarlo aquí. Habrá entrevistas, vídeos, reportajes y todo lo que se nos vaya ocurriendo, siempre que tengan que ver con viajes muy lejanos o muy cercanos.